TIPOS DE CUBIERTAS DE LIBROS

 Los libros se estratifican comúnmente por su encuadernación, ya sea en tapa blanda y tapa dura, aquí te mostraré las características y diferencias que tienen estos tipos de cubiertas.

Tapa Dura

La tapa dura es la cubierta de un libro que usualmente está hecha de cartón, forrada con papel o tela con su respectivo estámpado indicando el nombre del libro, el nombre del o la autora y en su mayoría el logo de la editorial. Puede ser un estampado metálico o con relieve, influirá mucho el diseño que se haya seleccionado para el material a emplear —dato que pueden profundizar aquí—.

Las páginas se imprimen en grupos de pliegos que se cosen para evitar que se suelten y finalmente son pegados al lomo del libro. Aunque no se pega directamente a la cubierta de cartón sino que en la parte interior de la tapa se agrega un laminado que sujetará tanto las hojas como la cubierta en tela o papel. Así el lomo no se verá maltratado al abrir el libro, además se halla un dobles en la parte exterior del lomo, diseñado para abrir el libro, al que se le llama bisagra.

Los libros de tapa dura son visualmente hermosos, pero no muy factibles para llevarlos a cualquier lado. Además de ser pesados, no son de bolsillo y preferiblemente deberían quedarse en casa o en la biblioteca. Para estos casos están los libros de tapa blanda.

Tapa Blanda

La encuadernación es más simple y el material suele ser una cartulina o papel opalina. Además tienen mayor libertad de diseño, pues en el caso de la tapa dura, esta requiere una sobrecubierta para poder tener un diseño más elaborado —pueden leer un poco más de las sobrecubiertas aquí—.

Cabe mencionar que las hojas también se agrupan en pliegos y se cosen como previamente mencioné, pero para esta edición sí se pegan directamente a la cubierta de cartulina, ya que el material es muy flexible. Incluso puedes encontrar otros tipos de encuadernación como ver que las hojas son cortadas a la medida y quedan perfectamente aderidas al lomo, sin necesidad de usar pliegos y coserlos.

La tapa blanda, además de ser flexible, es muy ligera y puede tener cualquier tipo de estampado, aunque la desventaja es que se maltrata más fácilmente que la tapa dura. Sin embargo resulta más económica y es más común encontrar los libros en este tipo de encuadernación.

La diferencia entre ambas es el material del que están hechas y el diseño, aunque no es la única variable que las distingue, pues cada una tiene su utilidad, por lo que me ánimo a preguntar ¿Tú cual prefieres más? Ambas creo que son fantásticas, pero cuéntame en los comentarios cuál te parece la más ideal.

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